Corsi e ricorsi

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

ARCHIVO DE CONSULTAS

En muchos artículos periodísticos en idioma español, he podido leer que se emplea la palabra "corsi e ricorsi". Tengo entendido que es italiano, le agradecería tenga la gentileza de informarme sobre su significado y en qué circunstancias se usa.

La expresión italiana corsi e ricorsi está tomada de la teoría del acontecer histórico del filósofo de la historia Giambattista Vico para el que la historia no avanza de forma lineal empujada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten, es decir, que implican siempre avances y retrocesos. Aquí corsi significa ‘paso o evolución de algo en el tiempo’ (el curso del tiempo, el curso de los sucesos) y ricorsi no significa ‘medio para conseguir lo que se pretende’, sino ‘acción y efecto de recurrir’, ‘vuelva o retorno de algo al lugar de donde salió’. La historia es recurrente.

Giambattista Vico o Giovanbattista Vico (1668-1744), nació en la época en que Nápoles era un virreinato español. Fue jurista, filólogo y filósofo de la historia.

En su famosa obra Principi d'una scienza nuova intorno alla natura delle nazioni (1744), traducida al castellano como Principios de ciencia nueva. En torno a la naturaleza común de las naciones, se propuso formular los principios del método histórico.

Vico divide la evolución histórica en tres edades: divina, heroica y humana. Pero estas edades o ciclos no significan un progreso indefinido. La historia es un retorno cíclico de las épocas, un movimiento de flujo y reflujo, de avances y retrocesos, de marchas y contramarchas, de idas y vueltas (corsi e ricorsi). Según esta ley de los corsi e ricorsi, la historia lleva implícita en su desarrollo su propia decadencia.

Pero no se trata de un eterno retorno de todas las cosas, como decía Nietzsche. Es un volver a un estadio que se creía superado, pero ahora visto desde una nueva perspectiva. El movimiento histórico tiene forma de espiral: las idas y vueltas, las vueltas y revueltas de la vida de los pueblos. Ningún periodo tiene la última palabra, ningún periodo es el definitivo. No existe victoria final. Lo que hoy triunfa, puede caer mañana. Pero volverá a renacer más tarde bajo otro signo, y así sucesivamente. La historia es un constante flujo y reflujo, avances y retrocesos, un continuo vaivén con un movimiento pendular, un mecanismo inveterado de sístoles y diástoles (corsi e ricorsi). La historia de los pueblos es una secuencia de flujos y reflujos. La humanidad avanza y retrocede, pero cada retroceso dispara con ímpetu la siguiente etapa de avance, que tampoco será definitiva y volverá a retroceder. Cuando una civilización o nación alcanza su apogeo, la comodidad degenera en lujo, el ingenio en falsa sutileza y se inicia así la decadencia. Todo vuelve al punto de partida, a los tiempos bárbaros.

El avance histórico no es lineal, es vertical y espiralado. La ley de los corsi e ricorsi hace volver todo a un punto de partida. Pero este nuevo punto de partida ya no es el mismo que el anterior porque está en un estadio superior. Las tesis de Vico sobre la distinta evolución de los periodos históricos influyó más adelante en las obras de Montesquieu, Auguste Comte y Karl Marx.

Vico parte del hecho de que, en contraste con el derecho natural -aceptado por todos los pueblos- existía y había existido siempre una gran variedad de legislaciones positivas. A pesar de ello, éstas se van aproximando paulatinamente al derecho natural. Es decir, el derecho positivo evoluciona paralelo a las tres edades de la humanidad: en la edad divina, los reyes son sacerdotes y el derecho se rige por fórmulas sagradas; en la edad heroica en la que impera la personalidad de los héroes, el lenguaje de la ley es simbólico; en la edad humana impera la ley civil o positiva.

No hay progreso indefinido, tesis característica de la Ilustración. La ley de los corsi e ricorsi implica la decadencia e incluso desaparición de las culturas y la vuelta al principio.

El empleo en español de la expresión corsi e ricorsi es una alusión a esta teoría de Giambattista Vico: los vaivenes y avatares, los meandros del transcurrir de la historia. Ninguna etapa contiene la verdad íntegra, no hay un ciclo definitivo, sólo hay fluctuación y alternancia cíclila, corsi e ricorsi en la historia.

En Derecho, corsi e ricorsi se refiere a la evolución del derecho natural a través de la historia, según Vico:

Primera etapa: iusnaturalismo divino.

Segunda etapa: iusnaturalismo heroico (racionalista y antiracionalista).

Tercera etapa: el iusnaturalismo humanista.

Citas

 

«Giambattista Vico (1668-1744) nació en la época en que Nápoles era un virreinato español. Era jurista y filólogo; fue el primero que puso en duda la existencia de Homero; para Vico, Homero, Zoroastro o Hércules no son personas, sino épocas o ciclos culturales personificados. Después de publicar diversas obras latinas, Vico escribió la famosa Scienza nuova (el título completo es Principii di scienza nuova d’intorno alla comune natura delle nazioni), cuya primera edición es de 1730, y la definitiva (llamada Scienza nuova seconda), de 1744.

La obra de Vico considera como protagonista de la historia universal a una serie de naciones. [...] Las costumbres humanas tienen cierta naturaleza, un estructura que se manifiesta en la lengua –por eso llama a la historia filología- y especialmente en los proverbios.

La evolución histórica de las naciones, que son los sujetos de la historia, acontece según un ritmo alterno de cursos y recursos (corsi e ricorsi). El curso consta de tres fases:

a) La primera se caracteriza por un predominio de la fantasía sobre el razonamiento; es creadora. Vico la llama divina, porque crea dioses. Los hombres son fieros, pero reverencian a los que han creado; es la época de la teocracia.

b) La edad heroica: se cree en héroes o semidioses de origen divino; la forma de gobierno es la aristocracia.

c)  La edad humana: gente benigna, inteligente, modesta y razonable; la forma de gobierno es la igualdad, que se traduce en la monarquía.

Los hombres de la primera de estas edades son religiosos y piadosos; los de la segunda, puntilloso y coléricos; los de la tercera, oficiosos, enseñados por los deberes civiles. A estas tres etapas corresponden tres lenguas: una para los actos mudos y religiosos (lengua mental); otra para las armas (lengua de voces de mando); una tercera para hablar (lengua para entenderse). Estas ideas de Vico esbozan una teoría de las funciones del lenguaje.

Cuando un pueblo ha recorrido los tres estadios, empieza otra vez el ciclo: esto es el ricorso. No es una decadencia, sino una barbarización. Estas ideas resuenan en la teoría comtiana [Augusto Comte (1798-1857), creador del positivismo y de la sociología] de los tres estados; pero en ésta el estado positivo es el definitivo, a diferencia de lo que sucede con la edad humana en el esquema de Vico.»

[Marías, Julián: Historia de la filosofía. Madrid: Revista de Occidente, 1965, p. 264-265]