Loro

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

ARCHIVO DE CONSULTAS

Leo a menudo en la prensa la expresión estar al loro.

Por el contexto puedo deducir que significa estar informado de alguna cosa.

Pero, ¿qué significa aquí ’loro’? Según el diccionario, ser un loro significa, en sentido figurado: o ’ser muy feo/a’, o ’hablar demasiado’ diciendo cosas insulsas.

La expresión estar al loro tiene poco que ver con el sustantivo ‘loro’. ‘Estar al loro’ significa ‘estar informado, estar al corriente’ (Desde que lee cada día El País está al loro de todo.) o ‘prestar atención’ (Estáte al loro, que no vayamos a perder el autobús.) La locución ¡al loro! se emplea para llamar la atención de alguien (¡Al loro, que vienen por ahí !).

’Loro’ significa en la jerga juvenil: «radiocasete», y «persona muy habladora». De ahí la expresión de estar al loro estar a la escucha de la radio, escuchar atentamente la información dada por este medio. La imagen proviene de la costumbre juvenil de andar con el oído pegado al radiocasete.  

Estar al loro es una expresión usada ya en los medios de difusión y con el significado jergal de «estar al corriente», «estar atento».

Se puede usar también en sentido negativo: no estar al loro no estar bien informado, no estar atento a lo que ocurre.

En alemán se traduciría por „(nicht) auf dem Laufenden sein“ / „(nicht) im Bilde sein“ / „schlecht informiert sein“

Otras expresiones afines: andar avispado / estar a la que salta / estar preparado para toda eventualidad / estar al día / ir con los tiempos / andar fino / estar atento por si ocurre algo 

loro (Del caribe roro)

1. Papagayo, ave, y más particularmente el que tiene el plumaje con fondo rojo.

2. coloq. Persona muy fea.

3. El Salv., Perú y Ur. Hombre hablador. [DRAE]

loro

1 Papagayo (ave de América). 

2 Loro del Brasil, paraguay. 

fig., fam. Mujer fea o vieja. 

fig. Persona que habla mucho o que habla sin entender lo que dice. [ANAYA]

loro

1.      Ave procedente América

2.      Ave de África

3.      Persona fea y de aspecto extraño, especialmente de sexo femenino

4.      Persona que habla mucho sin decir nada interesante

5.      Aparato eléctrico capaz de reproducir música o de recibir señales de radio [cas(s)e(t)te > dt. Kassettenrekorder]: Ayer le robaron el loro del coche.

estar al loro

estar atento a lo que pasa o se dice; estar al corriente de lo que ocurre: estáte al loro, que nos pueden ver. [VOX – Alcalá]

estar al loro en textos y contextos

 

«Hoy es una obligación grave -siguió diciendo- del cristiano el compromiso político en beneficio de la sociedad». Aunque éste deba cumplir sus obligaciones con Dios, «me fiaré plenamente de él cuando cumpla sus obligaciones con la sociedad». Indicó que la Iglesia no se ha quedado retrasada, y añadió que en su conjunto, va siguiendo, a veces a trancas y barrancas, los acontecimientos para «estar al loro», como dicen los jóvenes. Pese a lo que se pueda pensar, en la posición de la Iglesia católica respecto a los anticonceptivos cabe una evolución, como lo prueba el hecho de que se nombrara una Comisión para estudio del tema. Dijo que su postura pública en este tema será la del Papa y la de la Santa Sede, aunque él tenga otra opinión al respecto.

«Siempre estoy intentando pensar cosas, haciendo canciones, trabajando en una manera de hacer el espectáculo con Los Ronaldos, pero, lo que me he dado cuenta es que hay que estar hay que estar ahí, hay que estar al loro, o sea, al loro de lo que pasa en el mundo porque es un mundo muy terrible. Ves, estas expresiones al loro, al mono ¡todos son animales! al mono, no al loro al loro al loro».

«Nosotros vivimos en una provincia del Imperio y lo que pasó en Los cuarenta es lo que ocurrió en América, se importó y santas pascuas y la única inteligencia de Revert y compañía fue estar al loro de la importancia que tuvo la música de la otra orilla del Atlántico -continúa Julián-. Y salvamos la radio de los setenta, que estaba con el agua al cuello, desprestigiada intelectualmente y rigurosamente vigilada, amordazada. A la radio la salvó Los cuarenta y el 23-F. Y hay que hablar como producción propia de Los cuarenta de toda la escuela de los disc-jockey. Hubo una época muy buena».

«Si yo le pudiera dar ese toque de inglés, me comía el mundo, jo, pues no me da poca envidia. Se lo decía ayer a Encarna y a un amigo suyo que estaba en el refu, el inglés es lo que más mola. Mola cantidad. Y mira que se empeñaron ustedes en enseñarme, pero yo es que he sido muy burra de pequeña, ahí, ya ve, en eso le doy toda la razón a mi madre. Luego, con los años, te espabilas, no sé cómo decirle, comprendes que hay que estar al loro. Algunas de las letras de los Beatles me las tiene usted que copiar. Es cuestión de paciencia, ¿verdad? -Sí, hija, todo es cuestión de paciencia. -Deje, que ya le hago yo el café. La cocina estaba, efectivamente, muy revuelta».

«Las tiras adhesivas, colocadas sin contemplaciones, evitaban el riesgo de algún grito imprevisto, por fallo de la mordaza, que pudiera alarmar a los vecinos. De esta forma las víctimas estaban perfectamente controladas, sin necesidad de tener una navaja al cuello todo el tiempo. Así las cosas, y embolsado lo que en principio pensaban llevar consigo, sólo quedaba un cabo suelto. 

-¿Y ahora qué? -preguntó Blas, impaciente.
-
Hay que  estar al loro  por si vienen.
-Van a tardar, dijeron, ¿no?
-Sí, pero nunca se sabe.
-¿Y qué, si vienen? ¿Acaso no los estamos esperando para lo de la caja? -preguntó Raúl, consecuente.
-Estoy pensando en la posibilidad de que se presenten con la policía.
Fue como mentar la bicha, pero los chicos reaccionaron.
-Tú siempre tienes que cagarla -protestó el Loco-».

«Un día cualquiera, sentado en mi casa
ojeando un periódico algo me hizo sonreír,
leí una noticia, que me produjo risa
me volvió a confirmar que con los curas
al loro hay que estar, al loro hay que estar
con los curas, al loro hay que estar».

«Te recomiendo que veas lo que hay en Lo Nuevo de meses pasados... si es que quieres estar al loro de lo que hay por estas páginas... que si navegas un poco seguro que no te mareas... así que, busca, busca... que a lo mejor lo encuentras... que es muy fácil eso de preguntar sin ni siquiera "entretenerse" en buscar un poco».

«Si me dijeran que he de esperar seis meses, aguanto. Pero si esto se eterniza... En mi especialidad, permanecer un año en dique seco es mortal de necesidad: no te enteras de lo que se hace, dejas de estar al loro, pierdes cancha. Incluso sospecho que, a base de hacer el vago, uno pierde hábitos de trabajo y agilidad mental. Quizá haya maneras de aprovechar el tiempo y estar al día. Así las cosas, ¿me largo a alguna de las compañías que me han hecho oferta? ¿Espero unos meses más?».

«Si quieres estar al "loro" de lo que sucede, te doy aquí direcciones donde te envían en tu propio buzón las campañas y denuncias del momento. Te las recomiendo porque podrás estar al día de lo que pasa en el mundo de los animales y de su protección».

«Se trata de un Concurso donde los alumnos tienen que estar al loro de las noticias de prensa, radio y televisión que suceden la semana anterior al día de su participación. Los participantes han sido seleccionados por sus propios compañeros».

¿Qué es una corrida?

 

(Fuente: http://www.sanfermin.com/guia/corrida_inf.html]

 

¿Quién no sabe de qué va una corrida? Pues mucha gente, sobre todo entre el extranjerío anglosajón que esperamos que lea esta guía como un solo hombre. Así que vamos a dar una idea básica del asunto:

Antes de empezar la corrida en sí, salen dos tipos a caballo disfrazados de alguacilillo con penacho y toda la pesca. Dan la vuelta al ruedo en direcciones opuestas. Al cruzarse toda la plaza prorrumpe en un ¡ay!: esta vez tampoco se la han dado; es una gracia sanferminera de toda la vida.

Luego salen a la plaza todos los que van a hacer algo sobre la arena, es el paseíllo: los toreros y sus cuadrillas: banderilleros (los que le pinchan al bicho unos palitos) y peones (los que ayudan al maestro a colocar al toro y están al loro para echarle -nunca mejor dicho- un capote), picadores (a caballo) y las mulillas con los mulilleros, encargados de sacar del ruedo al toro muerto.

A continuación empieza la corrida propiamente dicha: tres toreros lidian seis toros, dos por barba, y salteándose: un torero el primero y el cuarto toros, otro el segundo y el quinto, y el otro el tercero y el sexto.

La Razón – 29.12.2002

 

Al loro

 

Pilar Cernuda

 

Para que vayan bien las cosas en la vida hay que estar permanentemente al loro, y en política hay que aplicarse ese cuento incluso cuando se está dormido. Se han cargado mucho las tintas en Jaime Mayor, que ha tenido la decencia pública de disculparse, pedir perdón y hasta pronunciar una frase que no se oye jamás a un profesional ambicioso, «no he estado a la altura», lo que demuestra que tiene una humanidad que le sale por los poros. Pero no se ha dicho apenas nada de la responsabilidad de su grupo, que no estaba al loro ni de broma. Cualquier persona avispada tendría que haberse preguntado por qué los portavoces de IU y EA renunciaban a su turno de palabra, y cualquier parlamentario que estuviera atento a la jugada se habría dado cuenta de que el PNV estaba en ese momento en situación de ganar una importante votación. Y sabiendo la gente del PP, como sabía, que Mayor estaba a punto de llegar, tenía no sólo que haber cubierto el tiempo que le correspondía de uso de la palabra, sino hacer lo indecible para prolongarlo hasta que su presidente apareciera por la puerta. Pero no estaban al loro. Y así les ha ido.