Requecho

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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¿Existe en español la palabra requecho?

La palabra requecho no pertenece al español peninsular. Es una palabra usada en Argentina como regionalismo y en Paraguay. No está registrada en ningún diccionario del español estándar.

requecho [Argentina]

Porción pequeña que sobra de alguna comida o de cualquier otra cosa.

Restos de algo, especialmente comida.

[En español peninsular y sinónimo en español argentino: sobras]

requechear [Argentina]

Comer los restos de una comida.

[Haensch, Günther / Werner Reinhald: Diccionario del español de Argentina. Madrid: Gredos, 2000]

En alemán: Überreste von Speise, Trank, Viehfutter.

requecho [Paraguay]

pillaje

robo

saqueo

despojo

botín

requechero [Paraguay]

el que agarra lo que puede

Este término alude a lo que sobra, “el requecho de comida”, “el requecho de tela” (en español: retal).

En Paraguay alude a los bienes de los perseguidos políticos que se repartían entre las milicias, pero también entre quienes colaboraban en su delación y detención.

En alemán: Klauerei, Mauserei.

Ejemplos:

«Hoy, como testimonio de aquellas anónimas excavaciones, aún se puede llegar a ubicar una que otra carcaza que, obviamente, ya no contiene nada de valor: son como sepulcros olvidados, que los buceadores novatos tamizan, perseverantes, con la esperanza de hallar algún requecho para llevar como trofeo. La gloria, para estos buzos de verano, consiste en exhibir ante sus amistades, cualquier chuchería que, por su condición de antigüedad garantizada, adquiere intrínseco valor.» [Bojorge, Rodolfo: La aventura submarina. Equipo, técnicas y experiencias. Buenos Aires: Albatros, 1992]

«Ñandeyara Guazú ha de ser, malicio yo, lo mismo que el Presidente. Tiene demasiado trabajo para atender a tanto pobre. Entonces habla nomás con los ricos, que son pocos. Los pobres tienen que tratar con los santos para que le lleven la alcahuetería. Los santos de algo tienen que vivir, hay que darles para su requecho... No, mi amigo, Dios nunca se quebrantó por los pobres santitos de sandía-piré que hacía el mentado Pancho Cárdenas.» [Rivarola Matto, Juan Bautista: Yvypóra. Paraguay]

«Por fin había llegado el júbilo engañoso de la victoria y el regreso del hombre. Basilio deslió, con guiños de contento, una flamante carabina boliviana que había traído más o menos disimulada en una manta. Fue su único requecho. Ni un reloj, ni un anillo, para no hablar de esas caramañolas siniestras que sargentos borrachos hacían tintinear con dientes de oro arrancados a los muertos.» [Rivarola Matto, Juan Bautista: Yvypóra. (Paraguay)]

«-Tu bolsa está bien abuchada -dijo Corazón Cabral, golpeándola un poco. Volvió a repetirse el blando sonido-. ¡A lo mejor viene llena de libras esterlinas! -se congració. -No. Un poco de requecho no más...» [Roa Bastos, Augusto: Hijo de hombre. (Paraguay)]

«Dormía por las noches en el corredor de la Estación Central, en la recova del puerto. Me llevaron preso por vago. Menos mal que se me antojó enterrar la bolsa en un baldío. -Te hubieran robado hasta tu requecho -dijo Hilarión.» [Roa Bastos, Augusto: Hijo de hombre. (Paraguay)]

«Me inquieta que los paraguayos estemos perdiendo una de las habilidades que nos dieron larga y merecida fama: la de realizar golpes de estado. Ella, junto con el truco con señas y el requecho, solía ser una de las pocas cosas que solíamos hacer bien. Pero el tiempo no pasa en vano, la vejez adormece nuestros reflejos y comienza a desgastar nuestras antiguas virtudes.»

«El presidente colorado Natalicio González creó a los famosos asesinos "Guiones rojos", primer fuerza parapolicial paraguaya fascista, expertos en allanar domicilios, violar a hijas y esposas de liberales y robar todo, hasta sillas, platos y cubiertos [conocido como "requecho"].»

«Las prebendas eran el fruto del saqueo del enemigo, el despectivo y humillante requecho que consistían en una suerte de premio improvisado por la labor cumplida, para las clases medias, negocios, campos, objetos de valor; para las clases altas, participación en el contrabando, ganado o propiedades.»

«Si nosotros tenemos una reforma fiscal, si nosotros tenemos una política de tributación ciudadana y un organismo recaudador inmune a la tentación del despojo, el saqueo o el requecho, no nos vamos a preocupar; los países serios no se preocupan de los aumentos salariales y vamos a tener que ser muy honrados.»