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KNACKLAUT-GLORISVERSCHLUSSLAUT

Golpe de glotis

(comp.) Justo Fernández López

Diccionario de lingüística español y alemán

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«Glotisverschlusslaut [engl. glottal stop. – Auch: Kehlkopfverschlusslaut, Knacklaut, Stoßton]

Sprachlaut, der durch Glottisverschluss und folgende Öffnung gebildet wird (notiert als [ʔ]), z.B. in dt. [di: ‘ʔalte ‘ʔεʁna:] >die alte Erna<.» [Bußmann, H.: Lexikon der Sprachwissenschaft. Stuttgart: Kröner, 1990, S. 285]

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«Tätigkeit der Glottis

Die Stimmlippen können sich bei der Artikulation anlautender Vokale mit hartem oder weichem Einsatz in Schwingung versetzen. Die Explosion, die bei einer plötzlichen Sprengung des Stimmlippenverschlusses entsteht, erzeugt einen Knacklaut (sp. golpe de glotis, fr. coup de glotte, engl. glottal Stopp), der phonetisch durch [ʔ] wiedergegeben wird. Tritt dieser Laut bei der Artikulation anlautender Vokale auf, so spricht man von hartem Einsatz [sp. ataque duro). Dieser harte Einsatz ist vor allem für das Hochdeutsche charakteristisch. Die Romanischen Sprachen kennen nur den weichen Einsatz (sp. ataque suave).»

[Navarro Tomás, T. / Haensch, G. / Lechner, B.: Spanische Aussprache-Lehre. München: Hueber, 1970, § 23]

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Vokalverbindungen im Spanischen – Knacklaut im Deutschen

«Spanische Aussprache: Treffen in einem Wort oder in einer Redeeinheit zwei oder mehr Vokale zusammen, so können sie sich in zwei Silben oder in einer einzigen gruppieren. Selbst wenn jeder Vokal eine Silbe bildet, vollzieht sich der Übergang von einem Vokal zum anderen ohne jede Unterbrechung des Stimmtons. Die Stimmlippen bleiben vom Anfang bis zum Ende der Vokalgruppe in Schwingung, unabhängig von den Änderungen der Tonhöhe, Druckstärke usw., die in der Gruppe eintreten. Bei langsamer Aussprache ist die besondere Klangfarbe, die beim Übergang von einer Artikulationsstellung in die andere entsteht, zwischen den eigentlichen Vokalen wahrnehmbar.

Das Deutsche zeigt in seiner Aussprache eine völlig entgegengesetzte Tendenz. Der durch einen kurzen Kehlkopfverschluss hervorgerufene Knacklaut [ʔ] markiert nicht nur einen Vokal am Wortanfang, sondern auch am Silberanfang. Endet die vorhergehende Silbe mit einem Vokal, so werden beide Vokale durch den harten Einsatz getrennt: The-ater, be-erben, ge-eignet usw.

Im Spanischen dagegen werden die Vokale einer Gruppe im Wortinnern wie an der Wortgrenze innerhalb einer Redeeinheit miteinander verbunden. wobei während der gesamten Vokalartikulation keinerlei Einschnitt und keine Unterbrechung des Stimmtons auftritt.

Die spanische Aussprache neigt dazu, eine Verbindung von Vokalen in einer einsilbigen Gruppe zu vereinigen.»

[Navarro Tomás, T. / Haensch, G. / Lechner, B.: Spanische Aussprache-Lehre. München: Hueber, 1970, § 134-135]

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«Die Laute einer Redeeinheit, d.h. einer von zwei Sprechpausen begrenzten Lautfolge, erscheinen in der spanischen Aussprache so eng miteinander verbunden wie die Laute eines einzigen Wortes. Es ist dabei völlig gleichgültig, ob diese Einheit in Wirklichkeit aus einem oder aus mehreren Wörtern besteht. Einzelne Wörter können im Spanischen (wie auch in anderen romanischen Sprachen) innerhalb der Redeeinheit nicht unterschieden werden. Das Spanische besitzt kein sog. Wortanfangssignal; es kenn weder den Knacklaut [ʔ], der besonders im Norddeutschen bei vokalisch anlautenden Wörtern die Wortgrenze markiert, noch die Aspiration der stimmlosen Verschlusslaute im Deutschen, die ebenfalls Wortanfang bedeutet. Der spanische Satz Arrebataron las hojas a los árboles wird im Normalfall ohne Pause gesprochen; er stellt eine Redeeinheit dar, in der es keine Wortgrenzen gibt, und in der sich die Silbergrenzen sogar über Wortgrenzen hinaus verschieben: ... la-sho-ja-sa-lo-sár-bo-les. Handelte es sich um einen deutschen Satz, so würde er lauten: [ʔrreβataron las ʔɔxas ʔalos ʔarβoles].»

[Navarro Tomás, T. / Haensch, G. / Lechner, B.: Spanische Aussprache-Lehre. München: Hueber, 1970, § 133]

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«Oclusión laríngea [I. Laryngeal stop]

o glotal, consistente en una cerrazón de la glotis, seguida de un relajamiento; produce un sonido sordo, fuerte, no aspirado; es el llamado, en inglés, glottal stop o glottal catch; en francés, coup de glotte, y en alemán, Kehlkopfverschlusslaut o Knacklaut. Aparece en la vocal inicial acentuada alemana; alguna vez, en inglés, entre vocales (extra-ordinary); en danés, donde la oclusión glotal es distintiva y recibe el nombre de stød; en árabe, etc.»

[Lázaro Carreter, F.: Diccionario de términos filológicos. Madrid: Gredos, 1968, p. 299]

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Sonidos agrupados en español – Golpe de glotis en alemán

«En español, los sonidos comprendidos dentro de un mismo grupo fónico, entre dos pausas sucesivas de la articulación, cualquiera que sea el número de palabras de que conste dicho grupo, aparecen en la pronunciación tan íntima y estrechamente enlazados entre sí como los sonidos que componen una misma palabra. Este enlace de los sonidos, ya sea considerado en la palabra aislada, o ya en el grupo fónico, da lugar en español a importantes modificaciones fonéticas.

Cuando dentro de una misma palabra o grupo fónico aparecen juntas dos o más vocales sucesivas, lo primero que importa saber es si estas vocales se han de pronunciar en sílabas distintas, o si todas o algunas de ellas han de agruparse en una sola sílaba. Aun en el caso de que cada vocal forme por sí misma una sola sílaba, el paso de una vocal a otra vocal inmediata se hace siempre en español gradualmente y sin interrupción de sonoridad. Las cuerdas vocales, desde el principio al fin de todo grupo vocálico, y sin perjuicio de las modificaciones de tono, intensidad, etc., que dentro de él sean necesarias, mantienen su movimiento vibratorio de una manera continua, siendo a veces perceptible, en pronunciación lenta, el timbre especial que corresponde a cada uno de los tiempos de la transición que efectúan los órganos para pasar de una vocal a otra.

Como es sabido, esto no ocurre del mismo modo en todos los idiomas. En lenguas anglosajonas, y sobre todo en alemán, el enlace de la vocal final de una palabra con la vocal inicial de la palabra siguiente, o de dos vocales de una misma palabra, como en alemán The ater, be erben, ge eignet, etc., va impedido por la oclusión laríngea que se hace de ordinario ante la segunda vocal separándola bruscamente de la anterior. En la pronunciación española, por el contrario, se enlazan las vocales sin corte ni separación de la sonoridad vocálica, pasando suave y gradualmente de uno a otro sonido tanto en grupos interiores de palabra, beodo, poeta, maestra, suave, zahúrda, mohíno, como entre palabras enlazadas, de oro, lo echa, a esta, su ave, la una, lo hizo, etc.

La pronunciación española tiende, preferentemente, a convertir, siempre que es posible, todo conjunto de vocales en un grupo monosilábico.»

[Navarro Tomás, T.: Manual de pronunciación española. Madrid: Publicaciones de la Revista de Filología Española Núm. III, Madrid, 1968, § 133-135]

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«Una diferencia entre la vocal española y la inglesa se produce tanto en su rama intensiva como distensiva, esto es, en su parte inicial y final.

El comienzo de la vocal inglesa se realiza bruscamente a causa de una entrada en vibración muy rápida de las cuerdas vocales: desde una posición de reposo pasan inmediatamente al régimen normal de vibraciones. Esto hace que se perciba un pequeño ruido glotal al principio de una emisión vocálica, conocido por el nombre de golpe de glotis [ʔ], y el fenómeno, por ataque vocálico duro.

En la vocal española las cuerdas vocales se aproximan lentamente, y entran despacio en vibración. Por lo tanto, el golpe de glotis está totalmente ausente de nuestro sistema vocálico, que se caracteriza precisamente por la posesión de un ataque vocálico suave.

El final de la vocal inglesa no es tan rápido tampoco como el de la española: en aquella, la glotis va dejando de vibrar paulatinamente, dando la sensación de una vocal demasiado larga al oído español. El final de la vocal española, por el contrario, es rápido, cortante, seco. Justamente el comienzo de la vocal inglesa es análogo al final de la vocal española, mientras que el final de la vocal inglesa es similar al principio de la vocal española.»

[Quilis, A. / Fernández, J. A.: Curso de fonética y fonología españolas. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1992, § 5.8.2]

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«Como rasgo fonosintáctico propio del español y de las lenguas románicas hay que destacar la facilidad de entrelazamiento y unión que existe entre sus vocablos. Así como, por ejemplo, las lenguas anglosajona y germánica tienden a delimitar las palabras, a trazar unas fronteras lexemáticas por medio de varios recursos fonéticos –golpe de glotis en las vocales iniciales, aspiración de las oclusivas sordas iniciales, ensordecimiento de las oclusivas sonoras iniciales, etcétera–, la cadena habla española es una verdadera concatenación de vocablos sin que se produzca entre ellos ningún artificio fonético que los separe, a excepción, claro está, de la pausa.

Los hablantes anglosajones [y alemanes] habrán de tener especial cuidado en la emisión de las vocales iniciales, sobre todo, y que como el inglés posee la característica fonética del golpe de glotis, hace que en su pronunciación española de las palabras que poseen una vocal inicial, anteceda a esta un golpe de glotis bastante acusado que deberán suprimir.

En un ejemplo, como [losómbresónamáβles] los hombres son amables, la tendencia general del anglohablante es la de realizar esta expresión de la siguiente manera [losʔómbressónʔamáβles] –señalamos por el signo [ʔ] el golpe de glotis– intercalando un golpe de glotis entre el final del sonido anterior y la vocal inicial de la palabra siguiente, que no debe existir.»

[Quilis, A. / Fernández, J. A.: Curso de fonética y fonología españolas. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1992, § 13.3]

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