Hispanoteca - Lengua y Cultura hispanas

LANGUE und PAROLE Lengua y habla

(comp.) Justo Fernández López

Diccionario de lingüística español y alemán

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horizontal rule

Vgl.:

Ergon vs. Energeia / Type vs. token / Kompetenz vs. Performanz / Register vs. use. / Synchronie vs. Diachronie / Langue, Parole. System, Norm, Rede / Synchronie, Diachronie. System, Norm / Kompetenz vs. Performanz / Kode

Nicht zu verwechseln:

 

Redebedeutung

Parole

Sprachgebrauch

sp. el habla

Funktionalität

Langue

Sprachbau

sp. la lengua

Ein Funktionssystem ist nicht eine Klassifikation von Redebedeutungen.

 

Französisch

langage /

faculté de langage

la langue

la parole

Spanisch

el lenguaje

la lengua

el habla

Deutsch

Sprache /

Sprachvermögen

Sprache /

Sprachsystem

die Rede /

das Sprechen /

die Sprachverwendung

«In F. de Saussure Cours de linguistique générale [1916] ist langage Oberbegriff für langue (Sprachsystem) und parole (Sprachverwendung). Faculté de langage bezeichnet die allgemeine menschliche Sprach- und Sprechfähigkeit, d. h. die Fähigkeit, mittels eines Systems von Lauten und Symbolen zu kommunizieren: „Die menschliche Rede ist vielförmig und ungleichartig; verschiedenen Gebieten zugehörig, zugleich physisch, psychisch und physiologisch, gehört außerdem noch sowohl dem individuellen als dem sozialen Gebiet an“ (S. 11).» [Bußmann, H., S. 432]

«Langue vs. Parole (Sprache / Sprachsystem vs. Sprachverwendung / Sprechen). In F. de Saussures Cours de linguistique général [1916] eingeführte Unterscheidung zwischen „Sprache“ (langue) als abstraktem System von Zeichen und Regeln und „Sprechen“ (parole) als der konkreten Realisierung von Langue im Gebrauch. Langue wird als statisches, einzelsprachliches Zeichensystem von überindividueller (= sozialer) Gültigkeit gekennzeichnet, das auf der Invarianz und Funktionalität (= Relevanz) seiner Elemente beruht. 

Auf der Basis dieses Langue-Systems sind Parole-Ereignisse individuelle, nach Stimmlage, Alter, Dialekt u. a. verschiedene Konkretisierungen, die durch Variabilität und Redundanz gekennzeichnet sind. Ziel des (strukturalistisch orientierten) Sprachwissenschaftlers ist die Erforschung der systematischen Regularitäten der Langue mittels Daten der Parole (Corpus), während die Parole selbst Untersuchungsgegenstand verschiedener Disziplinen (wie Phonetik, Psychologie, Physiologie) sein kann.

Dieser Autonomieanspruch einer rein theoretischen, innerlinguistischen Sprachbetrachtung, wie er sich in N. Chomskys Gegenüberstellung von Kompetenz vs. Performanz fortsetzt, hat vielfache Kritik und Revision gefunden, vgl. Kommunikative Kompetenz, Pragmatik, Soziolinguistik.

Unter wissenschaftsgeschichtlichem Aspekt hat die Unterscheidung von Langue vs. Parole zahlreiche Vorläufer und spätere Varianten, vgl. ergon vs. energeia (W. v. Humboldt), Sprache vs. Rede (H. Paul), Sprachsystem vs. aktualisierte Rede (G. v. d. Gabelentz), Sprachgebilde vs. Sprechakt (K. Bühler), register vs. use (M. A. K. Halliday) sowie type vs. token. Vgl. dazu den Überblick in G. Dresselhaus: Langue / Parole und Kompetenz / Performanz: zur Klärung der Begriffspaare bei Saussure und Chomsky, ihre Vorgeschichte und ihre Bedeutung für die moderne Linguistik. Frankfurt a. M., 1979.» [Bußmann, H., S. 432-433]

«A partir de F. de Saussure, el término lengua ha especializado su significación para oponerse a habla (parole). Lengua es el conjunto de signos, de naturaleza psíquica, a disposición de la colectividad, pero exterior al individuo, „que por sí solo no puede ni crearla ni modificarla, no existe más que en virtud de una especie de contrato establecido entre los miembros de la comunidad. La lengua existe en la colectividad en la forma de una suma de acuñaciones depositadas en cada cerebro, más o menos como un diccionario cuyos ejemplares, idénticos, fueran repartidos entre los individuos. Es, pues, algo que está en cada uno de ellos, aunque común a todos y situado fuera de la voluntad de los depositarios.“. El individuo elige en la lengua los medios de expresión que necesita para comunicarse, les confiere naturaleza material, produciéndose así el habla. La lengua, según Saussure, es una estructura o sistema.

El habla es el término con que suele traducirse el francés parole, especializado por F. de Saussure (1916) para significar el acto individual del ejercicio del lenguaje. Esta noción se opone a la de lengua; Saussure la delimita así: „El habla es un acto individual de voluntad y de inteligencia, en el cual conviene distinguir:

1.  Las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código de la lengua con miras a expresar su pensamiento personal.

2. El mecanismo psicológico que le permite exteriorizar esas combinaciones. El habla es la suma de todo lo que las gentes dicen, y comprende:

     a)    combinaciones individuales, dependientes de la voluntad de los hablantes.

     b)    actos de fonación igualmente voluntarios, necesarios para ejecutar tales combinaciones.“»

[Lázaro Carreter, F.: Diccionario de términos filológicos, pp. 217 u. 259]

«Langue: Habitualmente se tiende a no traducir la dicotomía de términos establecida por Saussure „langue“ „parole“; su definición la encontramos en las fuentes manuscritas del Curso: „la ‘langue’ es un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por la sociedad (corps social) para permitir el uso de la facultad del lenguaje por parte de los individuos. Con ‘parole’ se indica el acto del individuo que lleva a cabo su facultad a través de esa convención social que es la ‘langue’.“ Se trata de la conocida o oposición entre habla individual y lengua social, Sprache y Rede que se encontraba ya en G. von Gabelentz, A. Marty, F. N. Finck y H. Paul.» [Cardona, G. R., p. 164]

«Lengua: El concepto de lengua podría definirse casi como axiomático, ya que para cada ser humano es intuitivo que exista (al menos) un sistema de elementos significativos que son usados para la comunicación mediante la voz u otros medios; es una concepción común el hecho  de que el sistema históricamente determinado está estrechamente unido con la facultad humana que lo presupone y lo permite y con el pensamiento que lo estructura, cuando, en cambio, son tres dimensiones bien distintas. Dentro del ámbito del análisis lingüístico, es muy difícil dar una definición de los límites del sistema. Desde fuera, la lengua se nos presenta como el instrumento de comunicación del que hacen uso común los miembros de una cierta comunidad. La misma comunidad se comporta como si estas funciones estuvieran muy claras, desautorizando de una manera u otra a quien habla solo o a quien elude el carácter social del lenguaje, y considerando marginales o incluso no lenguas, las lenguas de los demás.

La distinción entre lengua y lenguaje ha sido subrayada por Saussure: „¿qué es la lengua? Para nosotros, no se puede confundir con el lenguaje; no es nada más que una determinada parte de éste, aunque, ciertamente, sea esencial. La lengua es al mismo tiempo un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias, adoptadas por el cuerpo social para consentir el ejercicio de esta facultad en los individuos. Considerado en su totalidad, el lenguaje es multiforme y heteróclito, a caballo entre bastantes campos, al mismo tiempo físico, fisiológico, psíquico; no se deja clasificar en ninguna teoría de los hemos humanos, porque no se sabe cómo entresacar su unidad. La lengua, por el contrario, es en sí misma una totalidad y un principio de clasificación. Desde el momento en que le asignamos el primer lugar entre los hechos del lenguaje, introducimos un orden natural en un conjunto que no se presta a otras clasificaciones“ (Saussure 1968: 25).

Si entendemos como lengua el sistema abstracto y convencional de signos que se encuentra en la conciencia del hablante hay que distinguir entre este sistema y el acto concreto del hablar, momentáneo e individual, sujeto a leyes, pero, asimismo, abierto a innovaciones y modificaciones; tal diferencia es expresada léxicamente en algunas lenguas: en alem. die Sprache y die Rede, en ruso jazyk y rec, en inglés language y speeck, en francés de Saussure langue y parole; en italiano se podría usar il parlare, il discorso <meintras que en esp. se usa lengua y habla>.» [Cardona, G. R., p. 166]

«En primer lugar distingue Saussure el lenguaje de la lengua: el lenguaje es una facultad común a todos los hombres, mientras que la lengua es un producto social de la facultad del lenguaje, un conjunto de conveniencias necesarias adoptadas por el cuerpo social, las asociaciones ratificadas por el consenso colectivo. Viene a ser una especie de decantación o de cristalización social. Frente a la lengua, el habla responde a un acto individual de voluntad y de inteligencia; es la concretización de la lengua, realizada por un individuo y en un momento dado.

La relación semiológica y lingüística motiva la interrelación que sintetizamos esquemáticamente:

semiología :

código > mensaje

^

^

^

lingüística :

lengua > habla

Las tres relaciones verticales se basan en una inclusión-exclusión: de la misma manera que la lingüística es semiología, pero no toda la semiología es lingüística, de igual modo toda lengua es un código, pero no todo código es lengua; y el habla es un mensaje, aunque no todo mensaje es habla.»

[Lamíquiz, Vidal: Lengua española. Método y estructuras lingüísticas. Barcelona, ²1989, p. 28-29]

«La gramática de dependencias o de valencias es un modelo muy utilizado en el estructuralismo europeo actual y, sin embargo, muy difícilmente puede ser considerada como variante del estructuralismo, si bien muchos de los estructuralistas europeos actuales se inserten dentro de una concepción dependencial de las estructuras sintagmática. En efecto, si tomamos como principio estructural básico la distinción entre lengua y habla, y la utilización del principio de la oposición de las unidades lingüísticas, pronto podremos observar que tanto en la teoría valencial de L. Tesnière como en las nuevas teorías de dependencias, no se ve claro, desde mi punto de vista, si se formalizan unidades de lengua o unidades de habla (expresiones de textos concretos). Por otra parte, el principio de la oposición de las unidades lingüísticas en niveles diferenciados no aparece. Tampoco la determinación clara de los tipos de relaciones paradigmáticas y sintagmáticas que, como es sabido, al menos desde F. de Saussure, constituyen la base de lo que se ha denominado el estructuralismo europeo (predominantemente paradigmático) y el estructuralismo norteamericano (predominantemente sintagmático).

Por otra parte, desde nuestro punto de vista, no es convincente la argumentación de L. Tesnière sobre las docotomías lengua/habla saussureanas y érgon/enérgeia de W. von Humboldt. En efecto, el autor francés nos habla de «parole» como de actividad y de «langue» como resultado de esta actividad que aparece bajo una forma tangible e inmutable que se impone a una colectividad dada, identificando, además, la lengua y el habla con el érgon y la enérgeia humboldtianos.

E. Coseriu (1970) explica las dicotomías de F. de Saussure mediante el siguiente gráfico

 

 

individual

subjetivo

interindividual

objetivo

 

material

acción de hablar

Sprechhandlung

materia lingüística

Sprachwerk

parole (Saussure)

habla

formal

acto de habla

Sprechakt

estructura lingüística

Sprachgebilde

langue (Saussure)

lengua

 

Enérgeia

Érgon

 

 

cuya interpretación es la siguiente:

(1)   la dicotomía lengua/habla es distinta de la dicotomía enégeia/érgon de W. von Humboldt, ya que enérgeia se refiere al sujeto hablante, tanto en su acción fenomenológica de hablar (lo material de lo individual subjetivo), como en lo formal subyacente a esta acción fenomenológica (lo formal subyacente a lo individual subjetivo), y el érgon se refiere tanto al producto interindividual como a la forma subyacente a este material (reglas y elementos gramaticales), y

(2)  F. de Saussure, por el contrario, identifica el concepto de lengua con lo formal sistemático e interindividual y el habla, con lo material interindividual, lo material individual y lo formal individual.

En este sentido, habría que delimitar dos puntos fundamentales. Por una parte, F. de Saussure ha limitado lo lingüístico a un conjunto de elementos y, por tanto, la estructuración de la oración pertenecería al habla. Por otra parte, al identificar lo social con lo sistemático, ha obligado a los lingüistas posteriores a distinguir entre fenómenos normales interindividuales y no sistemáticos, y elementos y relaciones sistemáticos como tales.

De todas maneras, L. Tesnière nos dice que un stemma dependencial no es sino la representación visual de una noción abstracta, esto es, el esquema estructural de la frase. Sin embargo, nos quedamos sin saber exactamente si este esquema pertenece al sistema (lengua) o al habla, ya que, según L. Tesnière, expresa ambas cosas.»

[Báez San José, V.: Fundamentos críticos de la Gramática de Dependencias. Madrid: Síntesis, 1988, p. 11-13]

«Hemos de dejar patente que los sistemas lingüísticos de las lenguas particulares no pueden como los sistemas algebraicos y lógicos, articularse en dos únicos niveles de análisis y formalización. En efecto, tal como aparece en la obra de L. Tesnière y también en los modelos generativos de la gramática generativa de Chomsky, podría inferirse que las lenguas históricas constan de unos elementos combinables y de unas reglas de combinación, de manera análoga a como una fórmula lógica o algebraica consta de unos elementos y una sintaxis combinatoria. Si esto fuera así, sólo tendría sentido una gramática que constara de elementos mínimos significativos y de combinaciones permisibles, indicadas estas combinaciones ya fuera por stemmas valenciales, ya por indicadores sintagmáticos. Desde este momento, la palabra y el grupo de palabras habrían perdido su carácter de nivel autónomo posible de análisis en las lenguas particulares. Sin embargo, es obvio que los elementos significativos en las lenguas particulares se oponen los unos a los otros como palabras, grupos de palabras, esquemas oracionales o expresiones textuales. Esta oposición puede ser de dos tipos:

(1)   estática, si la diferencia significativa se da entre clases de elementos, fuera de todo contexto y situación, y

(2)  oposición dinámica, si tiene lugar sólo en el dinamismo lineal del discurso. [...]

El modelo estándar de la gramática generativa habla de un mecanismo productor de estructuras y un mecanismo interpretativo, y la relación entre ambos es idéntica a la postulada por L. Tesnière: el mecanismo generativo produce estructuras desde arriba hacia abajo y el interpretativo cumple su cometido desde abajo hacia arriba.

Es interesante en este momento dejar bien sentado que L. Tesnière, de manera casi idéntica a la versión estándar de la gramática generativa, distingue entre el plano estructural, definido como aquel donde se elabora la expresión lingüística del pensamiento, y el plano semántico, definido como el dominio propio del pensamiento, abstracción hecha de toda expresión lingüística, sin ingerencia de la gramática que le es extrínseca, ámbito de la psicología y de la lógica. Todavía más, la sintaxis, según Tesnière, tiene que ver sólo con la forma de la expresión del pensamiento y no con el pensamiento mismo.

Varios son los puntos centrales que tendríamos que tratar necesariamente para demostrar la identidad parcial de la teoría tesneriana con los modelos generativo-transformacionales de Chomsky. En efecto, ambos autores han identificado pensamiento y semántica. Es más, L. Tesnière nos dice expresamente que el pensamiento (identificado con lo semántico) tiene que ver con la psicología, pero no con la sintaxis. La semántica interpretativa que Chomsky incorpora en su modelo estándar de la gramática generativa, postula explícitamente que los significados lingüísticos están determinados por las ciencias. Desde nuestro punto de vista, subyace aquí un error que viene arrastrando la lingüística, al menos desde L. Bloomfield. En efecto, si el significado es identificado con el conocimiento real y posible de los elementos y relaciones de las realidades interiores y exteriores al hombre, entonces no cabe duda de que la correspondencia entre significado y estructura sintáctica es extraordinariamente compleja e imposible en su totalidad. Ahora bien, si desde un punto de vista funcional, distinguimos entre significado y sentido, identificamos el significado (función de la forma) con la invariante semántica de cada unidad lingüística en su nivel, y definimos el sentido como la elaboración situacional y textual que el hablante hace, de manera intencional, en el texto que construye a partir de

(1)   sus unidades lingüísticas;

(2)  la relación de éstas con la realidad extralingüística, lo cual implica, por parte del hablante y del oyente, cierto conocimiento del mundo, y

(3)  la intención, por parte del hablante, de poner en relación unas unidades lingüísticas con realidades extralingüísticas, relación que fija total o parcialmente, subjetiva u objetivamente,

entonces tendremos que distinguir necesariamente entre un significado lingüístico, que representa una reducción y una estructuración intralingüística de lo pensable, y el sentido, entendido como la ampliación, reducción o especialización de estos significados lingüísticos generales. Así somos de la opinión de que toda lengua puede expresar cualquier pensamiento, pero esto no significa que toda lengua tenga que articular sus significados del mismo modo, y mucho menos aún que el significado no tenga nada que ver con los distintos niveles de análisis lingüístico.»

[Báez San José, V.: Fundamentos críticos de la Gramática de Dependencias. Madrid: Síntesis, 1988, pp. 17-20]

«El término ’lengua’ forma parte de la dicotomía lengua-habla propia del estructuralismo europeo. Con la dicotomía ‘lengua/habla’, Saussure introduce en el Curso de lingüística general un instrumento que permite separar (a) el sistema lingüístico, o ‘lengua’, esto es, el conjunto de unidades y de reglas del sistema, de (b) la puesta en funcionamiento de dicho sistema o habla.

Para Saussure la ‘lengua’ es la suma de acuñaciones depositadas en cada cerebro, más o menos como un diccionario cuyos ejemplares fueran repartidos entre los individuos; y, en ocasiones, también la caracteriza como tesoro (en sentido de tesauro) de formas existentes en todos los individuos que pertenecen a la misma comunidad lingüística. Es, pues, algo que está en cada uno de ellos, aunque común a todos y situado fuera de la voluntad de los depositarios.

El ‘habla’ es la suma de todo lo que la gente dice, y comprende las combinaciones individuales, dependientes de la voluntad de los hablantes y los actos de fonación igualmente voluntarios, necesarios para ejecutar tales combinaciones.

La dicotomía ‘lengua-habla’ ha sido muy fecunda porque ha enriquecido el análisis de fenómenos no estrictamente lingüísticos, como las modas, las comidas, etc., con otra perspectiva, es decir, ha permitido el examen de estos hechos como signos duales que se pueden visualizar con perspectiva de ‘lengua’ y con perspectiva de ‘habla’, y ha dado lugar a otras muy similares, como puede ser competencia/actuación, como el propio Chomsky reconoce.»

[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel, 1997, p. 322]

«Habla.

1. Este término se utiliza habitualmente en lingüística con el significado que tiene en el lenguaje cotidiano, v.g., 'lenguaje hablado' o 'percepción del habla'.

2. Como parte de la dicotomía lengua-habla propuesta por el lingüista suizo Ferdinand de Saussure, el habla es la utilización individual de una lengua en situaciones concretas.

3. Variante lingüística utilizada por una comunidad pequeña en un reducido marco geográfico (un pueblo, un valle, una comarca, etc. (Cf. Dialecto.)»

[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, p. 74]

«En algunas acepciones, ’lengua’ es equivalente a lenguaje, entendido como capacidad humana. No obstante, la acepción más corriente es la que es sinónima de idioma, es decir, el instrumento de comunicación de una comunidad.»

[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel, 1997, p. 322]

«Lenguaje

Lenguaje es la facultad humana que permite al hombre la expresión de sus pensamientos.

No sería, pues, correcto hablar de lenguaje español, lenguaje francés, etc.

La facultad humana de comunicarse es independiente de una lengua u otra.

Lengua

Esa facultad humana de comunicarse, presenta manifestaciones diversas según los distintos grupos humanos que existen. Cada una de las manifestaciones es una lengua.

La lengua es el código que sirve para comunicarse dentro de cada comunidad humana. El código es un conjunto sistematizado de signos y las reglas para su empleo. El código es lo que permite al emisor elaborar un mensaje y al receptor, interpretarlo. No hay comunicación si el receptor no conoce el código que usa el emisor.

En la actualidad hay más de 3.000 lenguas en el mundo. Las lenguas más habladas son el chino, el inglés, el ruso y el español.

En España existen cuatro lenguas: castellano (lengua oficial y nacional), catalán, gallego y vasco

Habla

El habla es la utilización que cada uno de los hablantes hace de su lengua. Se trata, por tanto, de un acto concreto e individual.

Las lenguas, por el contrario (y los dialectos), son fenómenos sociales y generales, colectivos, propios de los grupos que los utilizan.

Cuando hay ciertas características comunes en un lugar concreto (pueblo, valle...), sin llegar a la categoría de dialecto, se las considera hablas locales.

En el habla de cada uno influyen, como es lógico, factores sociales, culturales, geográficos, etc., lo que da lugar a los diversos niveles y registros de hablas.

Ciertos “tonillos” especiales, ciertas muletillas, algunas palabras

Dialecto

Los dialectos son las variantes o modalidades regionales de una lengua. Tales variantes no afectan a la unidad del sistema.

El andaluz o el canario son dialectos del castellano.

El mismo castellano, catalán, francés, italiano, gallego, portugués, etc., son, a su vez, dialectos del latín.

El astur-leonés y el navarro-aragonés son también dialectos del latín, aunque de características especiales.

Podemos, pues, decir, en síntesis, lo siguiente:

§         Lengua: modalidades nacionales

§         Dialecto: modalidades regionales

§         Habla: modalidades individuales

Desde otro punto de vista, lo podemos expresar así:

 

Término

Definición

Extensión

lenguaje

Facultad humana para comunicarse

Todos los hombres

lengua

(dialecto)

Sistema determinado de signos (código)

Comunitaria: nación-pueblo

habla

Empleo concreto de una lengua

Individual

 

[Alonso Marcos, A.: Glosario de la terminología gramatical. Unificada por el Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid: Magisterio Español, 1986, p. 26-27] 

 

 

 

 

 

 

 

 

lengua

acusativa

Sistema de signos orales que utiliza una comunidad para expresarse.

«Debemos entender por lengua el sistema lingüístico organizado en estructura funcional propia y peculiar, sistema que sirve de instrumento de expresión y de comunicación directa entre los individuos de una comunidad lingüística.

Precisando el concepto, conviene observar que puede no darse exacta coincidencia entre comunidad lingüística y comunidad político-social y que el dominio geográfico de una lengua no coincida con la extensión territorial dominada por un poder político o nación. De hecho, esa falta de acomodación es lo más común. Por ello, de las necesidades político-administrativas brota el concepto de idioma o lengua oficial de una nación o país. En España tenemos un idioma, la lengua española, en realidad lengua castellana, que, por razones históricas, políticas y culturales, pasó a ser lengua oficial del país. Pero en Bélgica, por ejemplo, tienen dos: el francés valón y el flamenco; y en Suiza, cuatro: el francés, el alemán, el italiano y el romance o retorromano.» (Lamiquiz,  1975, p. 433-434)

Lengua, según Saussure, es el conjunto de signos a disposición de la colectividad.

La lengua es una estructura o sistema.

El individuo elige en la lengua los medios de expresión que necesita para comunicarse, les confiere naturaleza material, produciéndose así el habla.

ergativa

aglutinante

analítica

coloquial

común

estándar

de partida

fuente

de llegada

flexiva

fonológica

madre / materna

objeto

segunda

viva

muerta

 

 

lenguaje

 

natural

Lenguaje es la facultad que el hombre posee de poder comunicar sus pensamientos.

Cualquier sistema de signos que sirve al hombre para el ejercicio de dicha facultad o para la comunicación en general: el lenguaje de las abejas, el lenguaje corporal, el lenguaje de las flores (ver obra de García Lorca: Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores). No sería, pues, correcto hablar de lenguaje español, lenguaje francés, etc. La facultad humana de comunicarse es independiente de una lengua u otra.

artificial

figurado

formal

corporal

no verbal

 

metalenguaje

El término metalenguaje sería un lenguaje de servicio, usado para hablar del lenguaje. Si se quiere aplicar la misma distinción que existe entre lenguaje y lengua, se puede diferenciar el metalenguaje de la metalengua, pero, de hecho, los dos términos acaban por ser usados indistintamente.

 

 

 

 idioma

Lenguaje propio de un grupo humano. Suele aplicarse esta denominación a los hablados por una nación, especialmente a los modernos, o al esperanto o cualquier otro pretendido «idioma universal».

El término idioma alterna con el de lengua, referido a las lenguas vivas, es decir, a las lenguas nacionales modernas.

«El término ‘idioma’ equivale a lengua y, en ocasiones, a lenguaje. Se emplea con mayor frecuencia al hablar de las lenguas extranjeras, como en el enunciado “Saber idiomas es muy importante”.» (Alcaraz Varó / Martínez Linares, 1997:293)

 

 

 

habla

Se opone, según Saussure, a lengua como sistema de signos. El individuo elige en la lengua los medios de expresión que necesita para comunicarse, les confiere naturaleza material, produciéndose así el habla.

El habla es la utilización que cada uno de los hablantes hace de su lengua. Se trata, por tanto, de un acto concreto e individual. Las lenguas, por el contrario (y los dialectos), son fenómenos sociales y generales, colectivos, propios de los grupos que los utilizan.

Cuando hay ciertas características comunes en un lugar concreto (pueblo, valle...), sin llegar a la categoría de dialecto, se las considera hablas locales.

 

dialecto

Los dialectos son las variantes o modalidades regionales de una lengua. Tales variantes no afectan a la unidad del sistema. El andaluz o el canario son dialectos del castellano. El mismo castellano, catalán, francés, italiano, gallego, portugués, etc., son, a su vez, dialectos del latín.

sociolecto

El concepto de dialecto se diferencia del de sociolecto en que el sociolecto es una variante de la lengua hablada por un determinado estrato social. Se distingue del concepto de lengua estándar, jerga y argot. El sociolecto es la lengua empleada entre las personas que comparten una misma profesión, que confiere al hablante el estatus de pertenencia al grupo.

 

jerga / argot

«Conviene entender por “jerga” “cualquier variedad de lengua propia de una profesión, oficio o deporte”. Y debe usarse argot para aquella variedad de lengua cuyos usuarios intentan que los de fuera de su grupo no les entiendan. V. gr.: el lenguaje de germanía o de la droga. El diccionario académico, sin embargo, o hace esta distinción.» (Gómez Torrego, 1995: 109)

 

idiolecto

Conjunto de hábitos lingüísticos de una persona con relación a la lengua estándar, es decir, el habla o forma característica de hablar de un individuo. Entre los rasgos fonológicos destacan los que constituyen la dinámica de la voz.

[Justo Fernández López]

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